El Joyero
Un caballero visitó una joyería, propiedad de un amigo suyo. Este le mostró una gran variedad de prendas y piedras preciosas. Entre las colecciones de piedras observó que una de éstas apenas tenía brillo, parecía estar sucia, no llamaba la atención. No revelaba su belleza como las demás.--¿A qué se debe la diferencia? –preguntó. El joyero, tomando aquella piedra en la mano, la frotó. Al contacto de sus manos estaba brillando con todo esplendor.--¿Cómo es eso? --preguntó el caballero.--Esta piedra es un ópalo que llamamos una piedra simpática. Su escondido esplendor brota tan pronto como uno la frota entre las manos.
Muchas vidas viven a oscuras, ignoradas, porque no ha habido quien las atraiga con lazos de amor, con cuerdas humanas. Muchas veces hemos carecido de ese toque de simpatía personal que nos lleva a descubrir el fulgor de una vida donde otros sólo han visto sombras y oscuridad.
Un toque, un saludo, un abrazo, una sonrisa puede hacer la diferencia...
Muchas vidas viven a oscuras, ignoradas, porque no ha habido quien las atraiga con lazos de amor, con cuerdas humanas. Muchas veces hemos carecido de ese toque de simpatía personal que nos lleva a descubrir el fulgor de una vida donde otros sólo han visto sombras y oscuridad.
Un toque, un saludo, un abrazo, una sonrisa puede hacer la diferencia...